Cuando elegimos a Meterorito, nunca pensamos lo lejos que llegaría y cómo nos ayudaría a integrar a Samuel a nuestro estilo de vida familiar.
Pecamos de ansiosos, ingenuos y de sobrestimular a Samuel pidiéndole al viejito Pascuero que al año y medio le regalara una bici (considerando que recién caminaba hacia 2 meses). La cara de la foto lo dice todo.
Rapidito la guardamos y, sin que se acordara, se convirtió en su regalo de cumpleaños de 2 años. Ahí recién empezó a sacar a pasear la bici al patio, y fue a los 2 años y medio, en una plaza con una buena superficie de hormigón que entendió la magia de deslizarse. De ahí, Meteorito se convirtió en la extensión de las piernas de Samuel, tímidamente fue conociendo bajaditas pequeñas al principio y rápidamente mas pronunciadas, dejando las zapatillas bien planas en su andar.
Al ser muy liviana y todo terreno, nos permitió llevarla en la parrilla de nuestras bicis a donde fuéramos, desde la subida de Tejas Verdes rumbo al jardín, subir un par de cerritos incluidos el grandioso Mackay, recorrer varios senderos del Parque Pumalín al llevarla arriba del carrito que tirábamos con nuestra bici, paseítos por la Patagonia incluidos el Valle Leones, Los Maquis y la coronación de su existencia en el sendero Jeinimeni al Valle del Avilés en Parque Patagonia ( 45km casi enteros arriba de meteorito, salvo los cruces de ríos y alguna que otra subidita a pie).
En este sentido, la bici no solo sirvió para alivianarle la caminata a Samuel, sino que a nosotros nos permitió hacer trackings más largo, que de otro modo no hubiésemos podido lograr.
A los y las creadoras de Meteorito en algún país asiático, nunca se imaginaron que recorrería tantos lugares, anduviera tantos km y que de tanto andar haya tenido que ser reparada 3 veces, soldadura del manubrio, perdió los radamientos y en remplazo ejes de madera vinieron a reemplazarlos.
La idea de este relato no es contarles las eternas hazañas de esta bici, sino de cómo nos ayudó como padre y madre a integrar a Samuel en nuestro modo de vida basando nuestros desplazamientos cotidianos en Bici. No fue necesario hacer una tremenda inversión, de hecho, era las más barata que encontramos por internet, y su relación peso, materialidad, es muy favorable y fácil de llevar en una parrilla, en la mano, o hasta en la mochila.
Hoy Meteorito, tiene nueva dueña, Martina. Esperamos que la aproveche tanto hasta que dure (no creo que aguante una 4ta reparación). Samuel ya se maneja cada día mejor en su bici con pedales, Safari Oxford (la encontramos usada en Market place de facebook) que le regalamos en su cumpleaños numero 3, pero que recién a los 3 años y medio comenzó a entusiasmarse y para los 3 años 8 meses, logró andar y dominar.
Sabemos que Meteorito contribuyó mucho a que Samuel ahora se desplace libremente en bici cuando tiene la oportunidad. Desgraciadamente, viviendo en Coyhaique, esas posibilidades sólo están garantizadas en un tramo muy corto e inconexo.
Ahora, nuevamente, le hacemos el llamado a las autoridades, para que inviertan en infraestructura segura para que más Samueles puedan tener la confianza y la seguridad de poder desplazarse libremente por la ciudad desde temprana edad, y hacer de moverse en bici, un estilo de vida que nos puede acompañar hasta que tengamos 100 años de vida.
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